La industria farmacéutica tiene unos requisitos muy estrictos. El polvo no sólo perjudica al entorno del taller, sino que también afecta a la calidad del producto. Un colector de polvo de taller es esencial para una gestión eficaz del polvo, garantizando un espacio de producción limpio y conforme a las normas.
(1)Polvo de cribas vibratorias
Las cribas vibratorias hacen que las partículas de material se muevan para su clasificación. Pero generan polvo fácilmente en las tapas de los extremos y en los puertos de descarga. Para solucionarlo, diseñe campanas de aspiración laterales a la altura de funcionamiento. Utilice mangueras flexibles aptas para uso alimentario para conducir el polvo a un colector de polvo industrial para su purificación.

(2)El polvo en los procesos de envasado
Tras el cribado, las fases de envasado, como el pesaje y el sellado, también liberan polvo. Las mismas campanas de aspiración laterales y las mangueras de calidad alimentaria pueden transferir el polvo al colector de polvo del taller, evitando así la contaminación.
(1) Requisitos materiales
En las fábricas farmacéuticas, las campanas de aspiración, tuberías y colectores de polvo suelen necesitar acero inoxidable 304. Este material cumple las normas de higiene y es duradero.
(2) Recuperación de polvo
Para el polvo recuperable, equipe colectores de polvo de acero inoxidable 304 y mangueras de calidad alimentaria. Esto permite reciclar el polvo, convirtiendo los residuos en valor para las empresas farmacéuticas.
Un colector de polvo de taller es vital en la producción farmacéutica. Controla el polvo en diversos procesos, garantiza un entorno limpio y favorece el reciclaje del polvo. Para garantizar la limpieza y el cumplimiento de la normativa, puede elegir Moland para que le proporcione una solución más profesional