En entornos industriales, la instalación de colectores de polvo afecta directamente a la seguridad en el lugar de trabajo y a la eficacia operativa. Una mala instalación puede reducir la eficacia del sistema entre 30 y 40% y aumentar los costes de mantenimiento en 200%. Incluso puede dar lugar a infracciones de la normativa con importantes sanciones. Por ello, es fundamental realizar una instalación correcta desde el principio.
Antes de iniciar la instalación del colector de polvo, realice un estudio exhaustivo del emplazamiento. Identifique las fuentes de polvo, la disposición de las instalaciones y el acceso a los servicios (como electricidad y aire comprimido). Calcule el caudal de aire necesario mediante la fórmula Q = A × V × SF (Q=caudal de aire, A=área de captación, V=velocidad, SF=factor de seguridad). Este paso evita costosos errores posteriores.
Los conductos son vitales para una recogida eficaz del polvo. Utilice el método de igual fricción para dimensionar los conductos, manteniendo una presión constante. Reduzca al mínimo los codos de 90 grados: cada uno crea una pérdida de presión equivalente a 10-15 pies de conducto recto. Selle bien las juntas para evitar pérdidas de eficacia por fugas.
Coloque el colector de polvo de manera que se reduzcan al mínimo los recorridos de los conductos. Deje 2,5 metros de espacio libre alrededor de los componentes para el mantenimiento. Las instalaciones exteriores necesitan protección contra la intemperie, mientras que las interiores requieren soporte estructural. La posición del ventilador (tiro inducido o tiro forzado) afecta al rendimiento y al mantenimiento.
Los filtros repercuten en la eficacia y el mantenimiento. El fieltro de poliéster funciona para la fabricación general (límite de 275°F). La membrana de PTFE ofrece una eficacia de 99,9% para necesidades de alta precisión. El Nomex es adecuado para procesos a alta temperatura (hasta 375 °F). Adapte el filtro a su tipo de polvo.
Los sistemas de chorro pulsado utilizan de 3 a 5 SCFM por bolsa, ideales para la mayoría de las aplicaciones. Los sistemas de aire reverso son más suaves, adecuados para medios delicados, pero requieren colectores más grandes. Elija en función del tipo de filtro y las características del polvo.
Los cálculos incorrectos de CFM conducen a una captura de polvo ineficiente. Utilice los estándares de la industria: 50-100 FPM para trabajos ligeros, 150-300 FPM para amolado moderado y 500-2000 FPM para operaciones pesadas. Añada un factor de seguridad (1,1-1,5) para garantizar el rendimiento.
Si omite las pruebas, corre el riesgo de pasar por alto algún problema. Compruebe el caudal de aire, las caídas de presión y la eficiencia durante la puesta en marcha. Se tarda entre 3 y 5 días, pero garantiza que el sistema cumple las especificaciones de diseño.
Una instalación de colectores de polvo bien ejecutada aumenta la eficacia (índice de captación de 85-95%), reduce el consumo de energía y disminuye los costes de mantenimiento. Garantiza el cumplimiento de normativas como la NFPA 654 para polvo combustible. En última instancia, crea un lugar de trabajo más seguro y protege los equipos.
La correcta instalación de un colector de polvo requiere planificación, un diseño preciso y una ejecución cuidadosa. Si sigue estos pasos, se asegurará de que el sistema funcione de forma eficaz, segura y rentable. Invierta en una instalación profesional para evitar errores y maximizar el rendimiento a largo plazo.